martes, 31 de marzo de 2020

La Rambla de Tarragona a principios del siglo XX.




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Hace unos días comentábamos lo que debía significar para los excursionistas y forasteros, de principios del pasado siglo, subir a aquel pueblecito de la cima de la montaña que permanecía anclado en el pasado. Pero la misma sensación debían experimentar los habitantes de La Mussara cuando bajaban a las poblaciones y ciudades de la falda de la montaña. Para ellos debería resultar un cambio fabuloso salir de su pequeña aldea montañera y llegar a ciudades como Reus o Tarragona. Urbes en las que ya se empezaba a contar con avances como el teléfono, la electricidad y que por sus calles circulaban ya los primeros automóviles. Para aquellos habitantes de La Mussara bajar a la ciudad era lo más parecido a viajar al futuro.

lunes, 30 de marzo de 2020

La Mussara nevada.










Fría e invernal tarde de primavera. Nos llegan noticias de nuestros amigos meteorólogos de que hoy se ha dejado ver tímidamente la nieve por las montañas de Prades y La Mussara.

Desgraciadamente por las condiciones que todos ya conocemos es imposible subir a admirar esa preciosa estampa del paisaje nevado. Pero ni el dichoso Coronavirus, ni la cuarentena, nos van a impedir poder observar, desde casa y calentitos, el maravilloso paisaje de La Mussara nevada. Aquí unas imágenes de una de las últimas grandes nevadas que cayó hace algunos años en ese pequeñito y maravilloso pueblecito de la montaña.

sábado, 28 de marzo de 2020

La leyenda del humanoide de la noche.







Como muchos sabréis, La Mussara está rodeada de multitud de misterios y leyendas...
 
Hoy os traemos, de forma muy resumida, otra de esas extrañas historias que llegó a nuestros oídos hace algunos años. En ella se narra que un día un aficionado a la naturaleza decidió, como otras tantas veces, subir a dar un paseo por la montaña. La ruta se le alargó más de la cuenta y, entre unas cosas y otras, la noche le sobrevino cuando todavía le quedaban unos kilómetros para llegar al lugar dónde había dejado aparcado el coche, en la explanada del viejo pueblo de La Mussara.

Él era una persona acostumbrada a caminar por la naturaleza tanto de día como de noche, pero en aquella ocasión, no sabe si por propia sugestión o por algún otro motivo, se sentía intranquilo. Una especie de miedo irracional se estaba apoderando de su mente. Casi a punto de llegar a la explanada del viejo pueblo, notó como unos arbustos se movían. Al enfocar con la linterna, pensando que se trataría de algún conejo o zorro, lo que vio le dejó literalmente congelado, la luz de la linterna dejaba ver a una especie de humanoide más o menos de su misma estatura, completamente negro, que permanecía quieto observándole desde la oscuridad. El aterrorizado excursionista sólo alcanzaba a balbucear palabras sin sentido, completamente inmóvil por el miedo. Tras unos segundos que le parecieron eternos esa especie de humanoide echó a correr en sentido contrario al que se encontraba él y desapareció entre la oscuridad del bosque. El pobre hombre, en cuanto sus piernas le respondieron, hizo lo mismo y salió corriendo en dirección a su coche. 

La leyenda también dice que ese pobre hombre jamás ha vuelto a subir a La Mussara y ni tan siquiera quiere oír hablar del tema.  



viernes, 27 de marzo de 2020

El ocaso de de La Mussara.





La Mussara en los años 50 del pasado siglo. En esta fotografía el viejo pueblo ya había iniciado si viaje hacia la destrucción y el olvido. El cementerio, la iglesia, la abadia, el ayuntamiento y muchas cosas aún permanecían en pie, pero por sus calles cada vez se veían menos señales de vida. Todavía, en aquella época, quedaban algunos habitantes que se resistían a abandonar el pueblo donde habían nacido, crecido y vivido. Pero poco a poco e inevitablemente tuvieron que partir y dejar al viejo pueblo de La Mussara abandonado en la cima de la montaña. 

© Autor de la foto: Pere Català i Roca. Publicada en el libro “La Mussara, un vell afecte”, del autor: Ramon Amigó Anglès.

jueves, 26 de marzo de 2020

Caminando entre la niebla de La Mussara.





Recuerdos para una cuarentena. Pasear por el bosque que rodea al viejo pueblo de La Mussara cuando cae la niebla es sencillamente espectacular. Su aspecto misterioso hace que te sumerjas en otro mundo, un mundo de fantásticas leyendas.

martes, 24 de marzo de 2020

El antiguo campamento militar de Los Castillejos.





Una vieja foto de un lugar que está muy cerca de La Mussara y ha corrido la misma suerte que ella: el antiguo campamento militar de Los Castillejos.

Entró en funcionamiento a mediados del S.XX y permaneció en activo hasta el primer año de este siglo. En su época de máximo esplendor llegó a tener capacidad para albergar a más de 4.000 personas. Pero en sus últimos años su declive empezó a ser ya muy acusado, tan sólo permanecían en él un pequeño destacamento de unos 25 militares para las labores de vigilancia del recinto. Con la desaparición del servicio militar obligatorio el campamento quedó finalmente abandonado y destrozado por las fiestas y actos vandálicos que se perpetraron en él. Hoy en día es un conjunto de ruinas casi irreconocible.