Continuando con el análisis de la descripción que Pascual
Madoz hizo de la vida en la Mussara a mediados del S.XIX, podemos seguir
observando e imaginando más detalles de cómo era el día a día de los habitantes
del pueblo.
En el texto (anterior entrada) el autor también hace
referencia a la producción agrícola que tenía la Mussara. Cabe destacar que,
seguramente, los pocos terrenos que podían servir para la siembra de semillas
estarían dedicados a varios tipos de cultivos diferentes, aptos para las
condiciones climatológicas que allí se daban. Pero como más destacados, Pascual
Madoz, hace referencia a los cultivos de patata y de trigo. Tanto el trigo como
la patata son dos cultivos que se pueden desarrollar en un terreno de secano,
si bien es cierto que las patatas, para que den una buena producción, es
preferible que tengan bastante humedad.
También hay que tener en cuenta que los
habitantes del municipio contarían con diversos huertos para abastecerse de
otro tipo de frutas, frutos y hortalizas,
sobretodo destinados al consumo propio de las familias que los labraban. Los excedentes
de trigo, patatas y algún otro cereal, hortaliza y fruto (que no nombra en su texto Pascual
Madoz), que por importancia y extensión
del cultivo eran mayores y por tanto de más producción, sumados a los escasos,
o incluso a veces nulos, excedentes que el pueblo producía de otro tipo de
frutos y hortalizas, en sembrados más pequeños o huertos familiares, eran
llevados a otros pueblos y a las ciudades (Reus y posiblemente Tarragona) para
comerciar y ganar algún dinero o hacer un trueque por otras cosas que hicieran
falta en el pueblo.
La misma situación se debía dar con la cría de ganado. En
la Mussara se criaban pequeños rebaños de ovejas y cabras, algunos cerdos y
alguna vaca, que seguramente estaban destinados casi en su totalidad al
abastecimiento de las familias que los criaban y, en menor medida, al comercio
con otros pueblos. De todas maneras, la economía
y la subsistencia del pueblo, es un tema que merece ser tratado más
detalladamente en otro artículo.
Otro de los aspectos que nos deja ver la descripción del ‘Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar’
de aquella Mussara, de mediados del S.XIX, es la mala comunicación que tenía el
pueblo con su entorno. El autor nos habla de caminos vecinales y en mal estado.
Situación que hacía que cualquier desplazamiento para llegar o marcharse del
pueblo fuera realmente de gran durada y dificultad. Por poner un ejemplo, los
desplazamientos a Reus duraban días enteros.
Otra muestra de esa mala comunicación con el resto del ‘mundo’ era el
servicio de correos, que en la Mussara era nulo. Las cartas destinadas a los
habitantes de la Mussara eran recibidas en el pueblo de l’Aleixar, y cuando algún
vecino pasaba por dicho pueblo era el encargado de recogerlas y subirlas hasta
el pueblo de la Mussara.
Pero pese a todas las dificultades que tenían aquellos
habitantes de arriba de la montaña, la Mussara, hasta bien entrado el S.XX, fue
un pueblo lleno de vida. Hoy en día mucha gente que llega a ese paraje (y lo sé
porque algunas veces me ha pasado cuando he llevado a amigos y conocidos al pueblo abandonado) asocia las ruinas del viejo
pueblo con leyendas paranormales, extraños ritos esotéricos y toda clase de
aspectos enigmáticos y misteriosos, sin
pararse a pensar que ese lugar, hasta hace relativamente pocos años, fue sencillamente
otro pueblecito como otros tantos de su alrededor. Otra pequeña aldea en la que
día a día vivían personas que luchaban por sobrevivir, habitantes con sus penas y sus alegrías, sus labores, aficiones,
historias, anécdotas... Un pueblecito en el que no había lugar (más allá de lo
tradicional de la cultura popular de cada pueblo) para sucesos paranormales y
leyendas fantasmales (como sucede en la actualidad).
Por eso, muchas veces,
cuando subo a investigar o simplemente a pasear
con alguna persona que sencillamente relaciona el nombre de la Mussara
con el misterio y lo paranormal (que también tiene su atractivo, no seré yo
quien lo niegue y de hecho también habrá lugar en el blog para algunos artículos
relacionados con el misterio) intento explicarle aspectos de la historia real
del pueblo para que, como he intentado con éstos y futuros artículos, haga un
ejercicio de imaginación y vea el pueblo
desde otra perspectiva que no sea, únicamente, la del misterio y esoterismo. Al
fin y al cabo la Mussara también fue un lugar lleno de vida...
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