sábado, 7 de marzo de 2015

Un pueblo con vida (La Mussara en el S. XIX. Parte II).



 
Continuando con el análisis de la descripción que Pascual Madoz hizo de la vida en la Mussara a mediados del S.XIX, podemos seguir observando e imaginando más detalles de cómo era el día a día de los habitantes del pueblo.

En el texto (anterior entrada) el autor también hace referencia a la producción agrícola que tenía la Mussara. Cabe destacar que, seguramente, los pocos terrenos que podían servir para la siembra de semillas estarían dedicados a varios tipos de cultivos diferentes, aptos para las condiciones climatológicas que allí se daban. Pero como más destacados, Pascual Madoz, hace referencia a los cultivos de patata y de trigo. Tanto el trigo como la patata son dos cultivos que se pueden desarrollar en un terreno de secano, si bien es cierto que las patatas, para que den una buena producción, es preferible que tengan bastante humedad.  
   También hay que tener en cuenta que los habitantes del municipio contarían con diversos huertos para abastecerse de otro tipo de frutas, frutos  y hortalizas, sobretodo destinados al consumo propio de las familias que los labraban. Los excedentes de trigo, patatas y algún otro cereal, hortaliza y  fruto (que no nombra en su texto Pascual Madoz), que  por importancia y extensión del cultivo eran mayores y por tanto de más producción, sumados a los escasos, o incluso a veces nulos, excedentes que el pueblo producía de otro tipo de frutos y hortalizas, en sembrados más pequeños o huertos familiares, eran llevados a otros pueblos y a las ciudades (Reus y posiblemente Tarragona) para comerciar y ganar algún dinero o hacer un trueque por otras cosas que hicieran falta en el pueblo. 
   La misma situación se debía dar con la cría de ganado. En la Mussara se criaban pequeños rebaños de ovejas y cabras, algunos cerdos y alguna vaca, que seguramente estaban destinados casi en su totalidad al abastecimiento de las familias que los criaban y, en menor medida, al comercio con otros pueblos.  De todas maneras, la economía y la subsistencia del pueblo, es un tema que merece ser tratado más detalladamente en otro artículo.



Otro de los aspectos que nos deja ver la descripción del ‘Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar’ de aquella Mussara, de mediados del S.XIX, es la mala comunicación que tenía el pueblo con su entorno. El autor nos habla de caminos vecinales y en mal estado. Situación que hacía que cualquier desplazamiento para llegar o marcharse del pueblo fuera realmente de gran durada y dificultad. Por poner un ejemplo, los desplazamientos a Reus duraban días enteros.  Otra muestra de esa mala comunicación con el resto del ‘mundo’ era el servicio de correos, que en la Mussara era nulo. Las cartas destinadas a los habitantes de la Mussara eran recibidas en el pueblo de l’Aleixar, y cuando algún vecino pasaba por dicho pueblo era el encargado de recogerlas y subirlas hasta el pueblo de la Mussara.

 


Pero pese a todas las dificultades que tenían aquellos habitantes de arriba de la montaña, la Mussara, hasta bien entrado el S.XX, fue un pueblo lleno de vida. Hoy en día mucha gente que llega a ese paraje (y lo sé porque algunas veces me ha pasado cuando he llevado a amigos y conocidos al  pueblo abandonado) asocia las ruinas del viejo pueblo con leyendas paranormales, extraños ritos esotéricos y toda clase de aspectos  enigmáticos y misteriosos, sin pararse a pensar que ese lugar, hasta hace relativamente pocos años, fue sencillamente otro pueblecito como otros tantos de su alrededor. Otra pequeña aldea en la que día a día vivían personas que luchaban por sobrevivir, habitantes  con sus penas y sus alegrías, sus labores, aficiones, historias, anécdotas... Un pueblecito en el que no había lugar (más allá de lo tradicional de la cultura popular de cada pueblo) para sucesos paranormales y leyendas fantasmales (como sucede en la actualidad). 
   Por eso, muchas veces, cuando subo a investigar o simplemente a pasear  con alguna persona que sencillamente relaciona el nombre de la Mussara con el misterio y lo paranormal (que también tiene su atractivo, no seré yo quien lo niegue y de hecho también habrá lugar en el blog para algunos artículos relacionados con el misterio) intento explicarle aspectos de la historia real del pueblo para que, como he intentado con éstos y futuros artículos, haga un ejercicio de imaginación y vea  el pueblo desde otra perspectiva que no sea, únicamente, la del misterio y esoterismo. Al fin y al cabo la Mussara también fue un lugar lleno de vida...


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